jueves, 19 de octubre de 2023

LA FUNCIÓN DE LA FILOSOFÍA A TRAVÉS DE UNA IMAGEN

 


Dijimos que aquellos primeros pensadores de Mileto, Tales, Anaximandro, Anaxímenes y otros encontraron en la Naturaleza aquel fondo que todo lo abarca, de donde todo surge y adonde todo va a parar cuando acaba su ciclo existencial.

Y aquí hay que parar atención en que la Naturaleza no es una cosa, sino la respuesta que esos pensadores encontraron al hecho de la enorme diversidad de cosas que hay y los cambios que en ellas se producen. Todo cuanto hay, directa o indirectamente, procede de esa Naturaleza, siempre la misma, eterna e indestructible, aunque las cosas que ella produce sean cambiantes, temporales y perecederas.

En vistas a entender la función unificadora de esa noción de Naturaleza me gusta acudir a aquello que dijo Unamuno en su obra Del sentimiento trágico de la vida: “la filosofía responde a la necesidad de formarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida…” Y esa necesidad la entiendo como si el mundo y la vida a la que hace referencia fuese un inmenso montón de diminutas piezas de un puzzle. Tenemos las piezas, las podemos ver, examinar, tocar. ¿Qué nos falta para poderlo montar, para ir encajando esas piezas, colocarlas ordenadamente, hacer que nos muestren el papel de cada una de ellas, etc? Necesitamos disponer de la imagen final de ese puzzle. La visión de ese puzzle montado y ordenado. Sin esa visión manejamos las piezas, las examinamos, probamos de encajarlas, pero nos movemos a tientas como un ciego.

Pero ¿cómo lograr esa visión? Y aquí, creo, se nos abren tres caminos espirituales:

a)    Aceptar que ha habido quienes por una inspiración especial les ha sido revelada esa imagen. Ese es el latido de fondo de toda religión. Eso significa aceptar que hay una voluntad más grande y previa que la nuestra y a la que debemos ajustarnos. Todas esas piezas no son un mero montón, sino fragmentos de un Todo unitario.

b)    Creer que nosotros, a partir de un conocimiento cada vez más preciso de las piezas, podemos formarnos esa imagen. Acepta que todo debe estar relacionado y esas relaciones se van, poco a poco, encontrando a partir del trabajo investigador de la mente humana. Se trata de una vía como más violenta intelectualmente, pero que admite que aquello es un puzzle.

c)    Considerar que esa imagen del Todo es una quimera, que es innecesaria y que esos objetos no son piezas de nada y aceptar la caducidad de nuestra existencia. Es una vía que frecuentemente se toma por desesperación ante las otras vías. Pero esa desesperación, a su manera, dibuja la imagen que pretende negar y que da cuenta de todo.

Pero, en cualquier caso, es una necesidad inherente a la naturaleza intelectual del hombre. En su comportamiento y respuestas a las solicitudes de la vida hay prefiguradas esa visión unitaria y total del mundo y de la vida, de la que hablaba Unamuno, y que siempre ha acompañado al hombre. Los presocráticos la encontraron en su noción de Naturaleza.